Monday, April 23, 2007
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Hoy 23 de Abril, se celebra a nível mundial el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor.

Lo cuál me parece una oportunidad inmejorable para celebrar con un par de tomos -tomos, no pomos- el hecho de que la UNESCO haya dado la categoría de mundial desde 1996 a este día, que además celebra el aniversario luctuoso de Miguel de Cervantes (calendario gregoriano), William Shakespeare (calendario juliano) y Garcilaso de la Vega (calendario moderno).

No puedo dejar pasar la oportunidad para recomendarles un libro al que recientemente se le hizo justicia al ser nombrado por la revista Proceso como "la segunda mejor novela mexicana de los ultimos 50 años", -sólo por debajo de "Noticias del Imperio" de Fernando del Paso- "Las Batallas en el Desierto" del maestrazo de maestrazos José Emilio Pacheco.

Este libro es la memoria de un tiempo que no nos tocó vivir, una época que aún auguraba un dulce porvenir para los mexicanos pero que subitamente se fue al carajo. La nostalgica narrativa del maestro Pacheco resultará familiar para algunos de nosotros, quienes de niños mantuvimos un amor platónico con una mujer mayor.

Para terminar este choro mareador, rescato una anécdota del gran Isaac Asimov, que en los años ochenta presumia a los periodistas el conocer una tecnología capáz de generar imagenes mentales, transportar al usuario al pasado o a el futuro a voluntad y que por si fuera poco, cabía en el bolsillo de un abrigo cualquiera.

Acosado por los escepticos periodistas, el maestro Asimov mostró el prodigioso invento al sacar de la bolsa delantera de su abrigo un pequeño y maltrecho libro de bolsillo.

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posted by drneon at 12:58 PM | Permalink | 7 comments




Thursday, April 19, 2007
19 de Abril, Día mundial de la Bicicleta



A propósito de este día que agasaja a las bicicletas de todo el mundo, mi amigo Rogelio Garza ha tenido a bien publicar en su BLOG un artículo acerca del contexto social y cultural que este vehículo ha tenido en nuestro país como impulsor de oficios tan populares como el de el afilador o el del panadero.

Es justo decir que Roger es una de las máximas autoridades en lo concerniente al mundo de los vehículos de dos ruedas. El Roger publica con regularidad su columna "Las Bicicletas y sus dueños" en el diario Milenio con la devoción de quien ama profundamente el pedalear como un estílo de vida.

Los invito a visitar su Blog: http://www.zig-zagueando.blogspot.com que es sin lugar a dudas una garantía de lectura útil y entretenida.

¿Quién no ha tenido alguna vez una bici? ¿Cuantas historias y recuerdos entrañables no hemos compartido pedaleando alguna de ellas?

Me parece que este día es un excelente pretexto para recordar esos momentos y darnos cuenta de que el mundo sería un mejor lugar si la tercera parte de nosotros pedaleara una bicicleta.

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posted by drneon at 8:06 AM | Permalink | 3 comments




Wednesday, April 18, 2007
La chica del Metro
La chica del Metro

Desde hace como 3 meses su presencia incendiaria me atormenta con regularidad por las mañanas, camino al trabajo.

Si se es observador, es posible distinguir en el transporte público a rostros familiares que comparten el mismo horario de camino a sus trabajos.

De entre todos ellos surgió esta chica. Es como de mi estatura, no tendrá mas de 23 años, figura terrenalmente curvilínea, cabello rizado castaño claro, piercing en la naríz y un estilo para vestirse juvenil y espectacular. En resúmen: la conjunción de todos los elementos que me enloquecen en una mujer.

No puedo distinguir cual fue la primera vez que la ví, pero cuando caí en la cuenta de que al igual que yo ella también se sube al metro en la estación Instituto del Petróleo, transborda en El Rosario y se baja en Auditorio ya era demasiado tarde.

El destino es tan caprichoso que se puede alterar con tan solo una mirada.
En un momento estás parado en el andén, moviendo la patita mientras escuchas en tu Ipod la rola de Martin Solveig que te trae loco, y al siguiente estás admirandola, preguntandote a que se dedicará y lamentando el hecho de ser tan pendejo con las mujeres y no tener el valor para acercarte y preguntar su nombre.

Mientras escribo estas líneas aún no me recupero de su look de hoy (colita de caballo y faldita hippie) y del hecho de ni siquiera haber sido capáz de usar el viejísimo truco de preguntarle la hora e iniciar así una conversación.

Es la historia de mi vida: Si la geometría de la oportunidad no traza una hipotenusa que ponga en mi camino a una chica, soy incapáz de alcanzar el cateto adyacente por mis propios medios.

Hay bellezas que provocan de forma tormentosa, la chica del Metro es una de ellas. Igual que una mariposa moviendo las alas en japón, su sola presencia es suficiente para sacudir una buena parte de mi día.

Comprobado, nunca se es demasiado viejo para ser un admirador secreto.

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posted by drneon at 8:23 AM | Permalink | 4 comments




La bicicleta del Peluquero
Vivo en un barrio donde todavía es posible encontrar personajes que según los parámetros de la modernidad, deberían haber expirado desde hace tiempo.

El otro día me topé con un expendio de carbón y petróleo con la misma sorpresa de quien encuentra una construcción monolítica enterrada en su jardín.

A nuestra colonia le auguraron tiempos de modernidad que nunca llegaron, la bautizaron con un nombre que al paso de los años comienza a parecer una broma de mal gusto: Progreso Nacional.

Debo confesar que en más de una ocasión, decir donde vivo me ha avergonzado. Las atracciones de mi barrio no son aptas para quienes no simpatizan con lo Kitsch, no obstante, sigo aquí, pudiendo haber emigrado a otro barrio.

Hace unas semanas me encontraba sentado en el sillón giratorio de una de las pocas peluquerías tradicionales que aun quedan en la zona. Un local pequeño en donde se estila el corte con tijera y la afeitada a navajazo limpio, con su respectivo exfoliante a base de agua de colonia que quema, pero que hay que aguantar como los meros machos.

En esas estaba cuando ví que el peluquero Don Francisco tenía un par de bicicletas a la venta recargadas a la entrada de su local. De entre ellas, me llamó la atención una bici negra marca Benotto con varios años de servicio a cuestas, una de esas de las que ya no hay, una bici que me recordó a la que usaba mi abuelito: Cuadro de hierro, llantas rodada 28, salpicaderas cromadas y parrilla con clip para colocar cajas de carga detrás del asiento.

La anécota no pasó de la tentación por preguntar el precio. Así que me retiré del lugar con la cabeza pelona, convencido de que los vericuetos del destino habían decidido que esa bici no fuera para mi.

Pero el flechazo es una bestia difícil de domar. El armatoste continuó rodando en mi cabeza los días siguientes. Pensé que me vendría bien una bici para darle tregua a mis rodillas en los entrenamientos rumbo al maratón de agosto. Pensé también que tenía mas de 10 años que no tenía una y que sería interesante ser el usuario en turno de un vehículo que seguramente guardaba muchas historias en sus ruedas.

Asi que aguardé pacientemente a que llegara la quincena y a que el destino trazara un delicado rizo que me llevara de vuelta al encuentro con ella.


Y como diría el maestro Monterroso:

Cuando llegué, la bicicleta todavía estaba ahí.

Custodiando la entrada de la peluquería.

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posted by drneon at 8:14 AM | Permalink | 4 comments