Tuesday, December 30, 2008
Pidiendo la cuenta y preparando la propina...
Viene siendo hora de llamar a la mesera...

Hacer el cálculo mental, reparar en los momentos que saboreamos, en las exquisitas anécdotas que nos embriagaron, y también en los excesivos cobros que nos acestó la vida durante este año.

Debemos irnos a casa con la certeza de que llegó a su termino un día intenso, lleno de aventuras y satisfacciones, pero también seguros de que un nuevo día pronto aparecerá, con muchísimas tareas pendientes por resolver.

Sirvan estas líneas para dar un abrazo de despedida, afecto y agradecimiento a todos los viejos amigos que han seguido al pendiente de este servidor, pero también a los nuevos camaradas que me han permitido entrar en su vida de manera definitiva.

No es casual que guarde un especial afecto por las nuevas personas que han ingresado a mi vida este año. La más importante de ellas se encuentra en la computadora que está a mi derecha, en este café internet de la ciudad de Palenque, escribo este post aqui, mientras esperamos que llegue nuestro autobús con destino a la ciudad de Mérida, para pasar año nuevo allá.

Pues bien, ha llegado la mesera y yo me voy de este año -una vez más- con los bolsillos vacios pero con un montón de recuerdos y anécdotas que seguramente pronto compartiré contigo, si tú, quien anónimamente -o no- ha leido de forma regular este blog.

Y pues bueno, ya que estamos en esas de tutearnos, te deseo sinceramente que el nuevo año te traiga bendiciones y retos, que seguramente con dedicación y esfuerzo serás capáz de cumplir.

Un abrazo para ti y todas las personas que quieres.

Feliz año nuevo, nos vemos en la siguiente.

Pedro

30 de Diciembre de 2008
Palenque, Chiapas

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Saturday, December 27, 2008
La coincidencia de los ciclos
Como si se tratara de una novela al estilo de Paul Auster, el corredor vive para saborear los kilómetros intermedios de una carrera. Es probable que el arranque y el final de una competencia sean similares, pero las cosas que suceden en la mente y en el físico de una persona entre la salida y la meta son siempre distintas.

Uno puede imaginarse a que ritmo comenzará a correr el primer kilómetro, incluso como celebrará al llegar a la meta, pero de ninguna forma puede prevenir la aparición de un calambre, la mala desición de engancharse en un pique con otro corredor más rápido o la aparición de un afortunado cambio de ritmo que lo haga a uno devorar metros antes de la meta.

¿Cuántas cosas disfrutamos sin que nunca nadie más las sepa?

Tal vez esos lapsos anónimos que disfrutamos con una sonrisa silenciosa en el rostro sean los momentos mas especiales de una persona.

Correr es un deporte en el que no se reparten culpas. No existe un árbitro o un compañero a quien culpar de un mal resultado, todo depende de uno mismo y de la capacidad para vencer en solitario a nuestros complejos, a nuestros miedos y limitaciones. Quizá por eso celebramos simplemente con una satisfacción silenciosa, sin alardear, sin tratar de demostrar nada. Porque al final, al detener el cronómetro en un entrenamiento o al cruzar la meta vaciando los pulmones todo queda claro: nos hemos vencido a nosotros mismos.

No importa si la distancia es modesta o muy larga, siempre hay una medalla esperando en la meta a quien se atreva a desafiar a sus demonios.

A finales del 2007 corrí 10 carreras de al menos 10 kilómetros, por lo que en mi tercer año como corredor me propuse terminar al menos otras 10 este año.



21k Medio Maratón Puerto de Veracruz 2008
10k Carrera Imagen 2008
10k Aqui Nadie se Rinde
11 k IPN
5K Nocturno Gatorade World
21k Tradicional Día del Padre
42K Maratón Internacional de la Cd. De México
10k Nike 2008
15K Circuito Lomas Lonol Sport
10k Nocturna Emoción Deportiva 2008
10k Meta Deportes 2008

En estas 10 medallas hay mucho sudor, muchos kilómetros de entrenamiento y muchísimos momentos anónimos que quien sabe si algún día seré capáz de expresar con palabras.

Gracias a la vida por tantos kilómetros, tanto sudor voluntario y tanta endorfina. Gracias!


Cosas nuevas que viví este año como corredor:

Escribí un artículo sobre los 10 mejores discos para entrenar para la revista CM.
Descubrí lo agradable que es entrenar acompañado de una novia :)
Casí me mato entrenando para el maratón: me caí a unos metros de una avenida
Fuí amedrentado por una horda de perros callejeros en Chapultepec
Entendí que no siempre es bueno entrenar bajo la lluvia
Descubrí las bondades de entrenar en banda cuando hace mucho frío
Ví un corredor muerto (con mucho sobrepeso) en la pista de El Sope :(
Por segundo año, el corredor parado a mi lado derecho se ganó algo en una rifa
El el Lonol 15k, corrí al lado de un corredor que me contagió su buen ritmo :)



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posted by drneon at 1:48 AM | Permalink | 1 comments




Sunday, December 21, 2008
La vida como una naranja
¿Qué es lo que uno espera de los años? ¿Una sucesión de éxitos y abundancias? ¿Un calvario lleno de penas y obstáculos que nos garantize la salvación del alma? ¿Una colección de momentos Kodak que demuestre a los demás lo felices y exitosos que somos?

La verdad es que existen analogías muy brillantes para ilustrar el tema, pero yo siempre he preferido las cosas directas y fáciles de entender. Por eso me identifico con la idea de que disfrutar los momentos de la vida es una situación parecida a comer una naranja.



Primero hay que escoger la buena, luego pelearse un rato con la cáscara, quitar otra capa de piel finita para evitar el sabor agrio y finalmente, saborear la ríca pulpa y el dulce jugo de la fruta.

Dicen por ahí que para disfrutar lo bueno es necesario sufrirle un poco. Yo creo que la cosa no da para tanto, entiendo el valor de las cosas pero tampoco creo que una existencia dedicada a la penitencia lo hace a uno merecedor de la vida eterna, porque vida vida lo que se dice vida solo hay una, que yo sepa, todavía no ha regresado a decirnos que hay del otro lado de la barda.

Este año me ha dejado claro que Richard Ashcroft hablaba con la verdad cuando escribió "Cause it's a bittersweet simphony this life". Los primeros meses de 2008 me pegaron fuerte. Me ocurrió lo que le pasa a alguien que comienza a quitar la cáscara de una naranja y un rocío de aceite cítrico le cae en los ojos. Pasé de una mala, cuando mi papá pasó un episodio fuerte que lo mantuvo una semana en el hospital, a una peor, cuando a menos de un mes de distancia, mi mamá tuvo un accidente en el que le implantaron seis clavos y una placa de metal en una de sus piernas.

Pero ya se sabe, las desgracias son como los invitados a una boda: nunca llegan solas. Meses después, la vida me sonrío dándome un dulcecito presentandome a mi futura novia, un guiño que me hizo bajar la guardia antes de recibir la bofetada de un terrible robo que me hizo convencerme que lo peor de México es su gente.

Cuando la pena y el miedo nos invade, lo peor que se puede hacer es quedarse inmóvil. Así que seguí caminando hasta que paulitinamente el agua revolcada se fue aclarando y los pasos me llevaron a lugares tan remotos como Playa del Carmen donde pase felizmente mi cumpleaños número treinta y uno, meses después la vida me llevaría a Mérida, para pasar las fiestas patrias caminado de la mano de mi novia, lo mejor que me trajo el año definitivamente fueron los viajes a su lado.

Con respecto a "la profesión de las vedettes baratas, feas y tímidas" (definición de Jorge Ibarguengoitia para los escritores y colaboradores editoriales) la cosa pintó bien y cumplí la meta que yo tenía de publicar en más y mejores revistas y de sacar má$ provecho a mis textos.

Siempre he entendido la diferencia entre insistir y rogar, y mi insistencia buscando espacios encontró eco en la prestigiada revista Replicante hace unos meses. ¡Ya puedo decir que compartí créditos en una publicación con el gran Mario Vargas Llosa!

También publiqué mi primer cuento a nivel nacional y entrevisté a bandas mexicanas, (Nortec, Becker, Sour Soul, Dirty Karma) chilenas, (Los Bunkers) españolas (Delorean) y norteamericanas. Guardo con especial satisfacción el haber entrevistado a Earlimart vía teléfonica luego de un par de intentos fallidos, algo totalmente nuevo y satisfactorio para mi.

Mantuve vivo mi gusto por correr y cumplí la meta de participar en al menos el mismo número de carreras que el año anterior. Obtuve 11 medallas este año, incluidos dos medios maratones y el maratón de la Ciudad de México. Seguramente, el número de kilómetros que recorrí entre entrenamientos y competencias a lo largo del año equivaldrían a correr la distancia entre el DF y Mérida, pero eso será matería de otro post.

Al final, el año me deja con un sabor cítrico. Pasaron muchas cosas buenas que debo agradecer y otras amargas que de ser posible, me gustaría borrar, pero al menos me voy con la satisfacción de haber logrado varios de mis objetivos personales. Tal vez yo no sea un hombre de metas altas y grandes ambiciones, pero al menos creo en la tranquilidad que da una vida modesta y en la importancia de fijarse metas a corto plazo con buenas posibilidades de ser cumplidas.

Al final, me da la impresión de que la vida tiene un sabor agridulce, como mi analogía de la naranja. No podría ser de otra forma, la vida se conforma de contrastes presentes en la dualidad entre el día y la noche, entre el frío y el calor, entre la vida y la muerte.

La diferencia, quizá sea como disfrutar de esos sabores.
La diferencia quizá está en vivir y sentirse vivos.

Y yo, felizmente, me siento vivo.

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posted by drneon at 9:04 PM | Permalink | 3 comments