Cuando uno se prepara para un exámen en busqueda de un resultado respetable (digamos un 8) enfrenta la prueba con la tranquilidad que dá el saberse preparado. Además, siempre está el paleativo de que aunque el resultado no sea bueno, aun pueda acudirse al lugar común: ("Bueno.. pero la lucha se le hizo".)

Ante la incertidumbre, no hay como toparse con la fortuna espontánea, esa que se aparece en forma de billete dentro de un pantalón recien lavado, o en forma de un inesperado 9 cuando se esperaba un 8.

El domingo por la mañana viví algo parecido al correr mis primeros 10 KM en la carrera de la AVRM. Durante poco mas de un mes entrené 3 veces por semanas con miras a esta carrera, la cual pensaba cubrir en un tiempo de entre 1 hora y 1 hora con 10 minutos.


La carrera comenzó a las 8 de la mañana en el bellísimo Paseo de la Reforma a la altura del Ángel. A pesar del ajuste del horario de verano, hizo un frío terrible que poco a poco fue amainando conforme los corredores de la categoría libre, - ubicados en el contingente de la retaguardia - comenzamos a correr.

Traté de aprovechar el tráfico de los primeros dos kilometros para admirar el paisaje, correr suave y tomar rítmo, ya que los bloques estaban demásiado compactos como para rebasar a los rezagados.

Pasando el primer abastecimiento de isotónicos, en el kilómetro 2.5 los bloques comenzaron a separarse debido a el cambio de ruta de los corredores de 5km. Saliendo del circuito Gandhi adelanté el paso buscando un grupo de corredores con mi mismo ritmo de carrera, pero no lo encontré hasta tomar nuevamente Reforma a la altura del museo de Antropología. Llegando al Km 5, en el segundo abastecimiento de isotónicos, tomé agua y retomé el paso; para entonces ya sudaba bastante pero seguía con buen paso.

Por un momento me enganché con un grupo de corredores mas rápidos, tomé su ritmo hasta el Km 6.5 pero los dejé ir pensando que aun faltaba mucho y empezaba a respirar mas rápido.

Después del último abastecimiento en el KM 7.5, justo antes del Museo de Arte Moderno, comencé a hacer pequeños jalones para quedarme en algún bloque de corredores, a esta altura los bloques estaban muy dispersos.

Hasta el kilometro 9 me dí cuenta de que haría menos de la hora que tenía proyectada y como aún me quedaba aliento, a la altura de la fuente de la Diana comencé a subir el paso para cerrar los ultimos 400 metros con un jalón alrededor del Ángel rebasando a unos 5 corredores.

Paré mi cronómetro en 55:50", un tiempo bastante bueno para ser mi primer competencia de 10 km, aunque la carrera fue totalmente plana, el resultado me dá animos para la Nike 10 Km del próximo 12 de Noviembre, la cual seguramente será mas dura debido a los tramos de escalada alrededor del Bosque de Chapultepec.