Me parece horrible el striptease sin sentido de la intimidad, de lo estrictamente personal. Hay quien de plano se encuera detallando su incapacidad para encontrar pareja, haciendo alarde de su vocación por el alcohol o por la cocaína también, describiendo en detalle su falta de entereza para dejar de fumar, su inevitable tendencia a la depresión que lo acerca cada vez más al suicido.
Pero hay también quienes se valen de ellos para inflar su currículo, para tratar de brillar un poco en su propia oscuridad, para presumirse ensayista, poeta, escritor prolífico y talentoso, crítico de lo que sea.
Sí, los blogs son aparadores bien tristes. No conozco a nadie que haga un uso inteligente de ellos. O mejor dicho, no lo conocía hasta hace unas semanas cuando empecé a observar la página de Alejandro Aura.
Dueño de una elocuencia sin equivocaciones, virtuoso de los medios electrónicos, amo de la palabra hablada y escrita, poeta, cuentista, dramaturgo, director de escena y actor, conductor, guionista de radio y televisión, empresario exitoso, Aura estuvo luego al frente del Instituto de Cultura del gobierno de la ciudad. En esos días lo volví a entrevistar y lo noté serio, desconfiado. Supe luego que estaba enfermo de cáncer. Que seguía en España. Y hace poco, por casualidad, me topé con su blog.
Me impresionó particularmente porque no está concebido para brillar ante los demás, para presumir talentos, para atraer la atención de los conocidos, para lloriquear. Se lee más bien como una suerte de bitácora existencial que tiene como temas recurrentes la enfermedad, los días y la vida cotidiana. Ahí, Aura habla de sus quimioterapias, de sus ganas de dormir, de sus antojos, de sus desidias, de la larga fila en el hospital, de la tomografía, del tráfico. Y cómo habla, cómo escribe de lo que vive, de lo que siente, de su alma desnuda, a veces lastimada, a veces festiva, a veces herida.
Su letra es tan bella como sincera. Un verdadero placer leerlo. Estremecedor en ocasiones, descarnado, aleccionador ante la vida y sus sorpresas también. A diferencia de la multitud de los usuarios del blog, Aura ha sabido encontrar ahí un espacio de verdadera intimidad en la soledad inmensa de la web para escribir un diario personal que es al mismo tiempo un hermoso trabajo literario."
Texto de Héctor Rivera, reproducido sin su permiso, y correspondiente a su columna Sentido Contrario publicada en la edición del 11 de Mayo de 2008 del Diario Milenio. La versión íntegra de su artículo puede ser consultada AQUI.
La bitácora del Maestro Alejandro Aura, puede leerse en este link: http://www.alejandroaura.net/wordpress
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Pues no ubico a Héctor Rivera, pero su opinión me parece la de un pobre pendejo. Digo, al igual que él, las personas son muy libres de expresar y publicar en sus blogs lo que se les pegue la gana. Estamos frente a un fascista en potencia que, si pudiera, nos cortaría las manos para que dejáramos de escribir. Menos a su ídolo Aura que, al parecer, le lame las bolas por algún interés de ésos que suelen darse en el mundillo cultural.
Pobre pendejo, de veras...