Seguramente querido lector, a usted le importará un reverendo cacahuate que ha pasado en los ultimos cinco meses de la ordinaria y aburrida vida del autor de este blog.

Vamos, seguramente ni se ha dado cuenta que llevo arriba de un mes sin escribir nada en este pequeño espacio prescindible, burdo y ecocentrista, como todos los del apellido blogspot.com.

Pues fíjese que no esta usted para saberlo ni yo para aclararlo, pero este blog, aparte de ser un remanso de vanidad personal, es también una suerte de anecdotario digital al cual muy de vez en cuando recurro para darle rewind al cassette y pegar los cachos de cinta que faltan en mi cabeza.

(Ya usted sabe, la edad, los años.)

Por desgracia, el tiempo no perdona y las crónicas y anécdotas que en su momento no coloqué en este recipiente virtual, las he perdido irremediablemente.

Solo me quedan estas fotos, que le ayudarán a darse una idea de las cosas buenas (de las malas, generalmente no tengo fotos) que pasaron cuando el lente de la cámara fue obturado.

Ya lo dice el Rod Stewart: "Cada foto cuenta una historia"

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