Para quien piensa que me conoce, tal vez este post le aporte datos reveladores para molestarme un rato.

Mi nombre completo es Cuauhtémoc Pedro Escobar G.

No es casual que mucha gente no conozca mi primer nombre. Desde que tengo facultad de hacerlo, me presento simplemente como Pedro. No por denostar el nombre que mi padre eligió para su hijo mayor, sino por cuestiones prácticas que además, me liberan de los "ocurrentes" lugares comunes con que me han atormentado desde niño: ¿Cárdenas? ¿Cuatemochas? ¿al que quemaron los pies? you name it.

Vamos, no es que me desagrade mi nombre, de hecho me gusta saberme un producto del mestizaje cultural que une lo mejor y lo peor de dos mundos.

Me llamo Cuauhtémoc como el último gobernante azteca , el mas valiente y el mas gallardo monarca de un imperio que pasó a la historia por sus avances militares y su ingeniería hidráulica, pero también por su apetito sanguinario y su inagotable codicia.

También me llamo Pedro, como Pedro de Alvarado, uno de los mas valientes conquistadores españoles, incluso más temerario y combativo que Hernán Cortés, pero también mucho mas cruel y sanguinario que éste.

Tampoco puedo ocultar mi denominación de origen en mi aspecto físico. Mi piel es morena, pero tengo los ojos verde claro, mi oreja izquierda es ligeramente mas grande que la derecha, y aunque tengo mucho cabello, casi no me sale barba ni bigote. Mi forma de hablar es moderada, pero con un marcado acento chilango que me delata. Soy más mestizo que el pastel azteca.


Mi contexto cultural tampoco esta muy definido. Me gusta leer mucho y escucho mucha música en inglés, pero también soy super fan de la lucha libre y disfruto viajar en metro. Prefiero los mercado sobreruedas a los supermercados, a Juan Villoro que a Carlos Ruíz Zafón y a la comida Yucateca que a las hamburgesas y la paella. No obstante, debo de confesar que sinceramente no cambiaría mis playeras de grupos de rock por una Guayabera blanca, ni mis tenis New Balance por unas botas vaqueras sinaloenses.

Ahora que lo pienso, la palabra mestizo suena muy bien, y siempre sera mejor declarse un producto del mestizaje cultural que entenderse como un hijo de vecina de procedencia pirata.

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