El hombrecillo de la foto dice llamarse Pablo Díaz-Reixa. Se presume un músico de profesión, pero en realidad es un arrogante por convicción. Entre las múltiples desgracias de su personalidad destacan un ego inversamente proporcional a su estatura, un carácter de los mil demonios y una asombrosa capacidad para hacer berrinches de niño chillón cuando algo en el escenario no le parece.
Este español ha saltado a la fama por su destacada capacidad para meterse en problemas y por ser un hombre renuente a toda clase de autocrítica respecto a su conducta sobre el escenario.
Afortunadamente para él, hace música deslumbrante, fresca y que explora territorios poco convencionales valiéndose de acentos rítmicos y cadencias orgánicas como las que aparecen en "Alegranza", su trabajo más logrado a la fecha.
Solo el tiempo dirá si el talento musical de "El Guincho" (vaya, apelativo que vino a escoger el chaval) logran superar los pintorescos desplantes de su extraña personalidad.
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Pos será el sereno, pero yo escuché un sencillo suyo el otro día y no se me hizo nada del otro mundo. pero si tu lo recomiendas le daré otra oportunidad (aunque con esa descripción que hiciste ya hasta siento que me cae mal)
saludos carnal!