Wednesday, May 20, 2009
Calle 2, Lote 5, Manzana J

Ayer olvidé las llaves de mi departamento en el trabajo, asi que me vi en la necesidad de visitar la casa de mi abuela mientras esperaba que mi padre me trajera un duplicado que guarda en su casa.

Mi abuela vive en la misma casa en la que crecí cuando era niño, su casa se ubica en un vecindario popular construido hace más de 30 años con la promesa de tiempos de bonanza que nunca llegaron. Ahí, las casas son más grandes y las calles más anchas, rasgos que hablan de una época en la que la cantidad de terreno disponible era abundante.

Por desgracia, al paso de los años el vecindario se ha ido deteriorando, las calles ahora son oscuras y peligrosas y las casas lucen viejas y descuidadas. Viví los primeros 15 años de mi vida en la calle dos, lote 5, manzana j, un lugar que en otros tiempos estuvo lleno de niños jugando "encantados" o "stop" y de mamás platicando en la puerta de sus casas, pero que ahora solo esta lleno de coches en ambos lados de la calle y gente mayor viendo tv dentro de sus habitaciones.

Ayer, mientras caminaba por mi calle, me dediqué a mirar una por una las casas. Aunque no conozco a los vecinos actuales, todas las conozco por dentro. En la casa de la esquina vivían Arturo y Alfredo, dos hermanos con los que jugaba basketball, su madre era amiga de la mia, y en varias ocasiones entre con ella a esa casa y jugué en su enorme y descuidado patio mientras ellas tomaban café. La siguiente era un lugar que cambiaba de inquilinos constantemente, pero que en algún tiempo fue habitada por un maestro de Karate que reclutó a los niños locales para las improvisadas clases de defensa personal que daba en la cochera de la casa.

En la siguiente vivía Luis, el niño gordo y ríco de la calle. Era de los pocos que tenía cable, así que en su casa pude ver por primera vez MTV. Recuerdo bien que con el vía por primera vez dos videos que se me quedaron muy marcados: "Jeremy" de Pearl Jam y "Give it away" de los Red hot Chilli Peppers.

En la casa de al lado vivía Toño, recuerdo que en la sala tenía pegado un paisaje otoñal con arboles de Maple anaranjados impresos en un monumental papel tapíz. Me llamaba mucho la atención la imagen que siempre veía cuando jugabamos Maratón con sus padres y hermanos. Después estaba la casa de la señora Evelia y Don José, una casa con puerta de rejas y un patio descubierto al que muchas veces tuve que entrar sin permiso para sacar las pelotas que "volabamos" al jugar futbol.

Luego venía la casa de mi vecino Héctor, el más destacado en los deportes y uno de mis mejores amigos. Muchas veces me brincaba la barda para entrar a su casa por la azotea y jugar nintendo o escuchar discos de Sting. Adentro tenía un gran patio cubierto en el que escondimos el poste con señalizaciones de Pemex (si, esas que dicen no escabar, peligro de muerte) que nos robamos una noche para hacer nuestro propio tablero de basket justo entre el portón de su casa y el mio.

Llegué a la que en algún tiempo fue mi casa con estos recuerdos en la cabeza. Mi calle, la 2, persiste como un billete viejo que solo sirve para comprar recuerdos de cosas que fueron importantes, pero que ahora ya no existen.

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posted by drneon at 8:26 AM | Permalink |



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