Hace unos años leí en una novela de Paco Ignacio Taibo que al llegar a los 30 años la gente comienza a darse cuenta de varias cosas, como de que es difícil hacer nuevos amigos duraderos, deshacerse de viejos hábitos o emprender relaciones de entendimiento con las personas del sexo opuesto, relaciones que, paradójicamente comienzan a hacerse más y más difícil a medida que la gente madura.
Pues bien, yo me encuentro en uno de esos momentos de claridad que vienen con la edad en que lo más triste no es saberme un tipo solitario, sino el hecho de comenzar a aceptarlo como parte de mi condición natural.
Alcancé los 30 con un balance equitativo entre lo que llegue y no llege a ser en la vida. No me convertí en la estrella de rock o en el goleador que hubiera querido ser cuando era un niño, pero en cambio logré algunos rayos de sol que atesoro para los días nublados, como publicar mis textos en revistas musicales o tener un programa de radio.
Con las mujeres no encontré tanta paridad, nunca he sido alguien que funcione bien con las novias, de hecho puedo contar con los dedos de las manos las relaciones serias que he tenido. A la mayoría de las mujeres de mi vida las he visto volar hacía nuevos horizontes en donde parece que les va mucho mejor.
Si, Ben Folds tiene razón: "There's always someone cooler than you". Estoy tan acostumbrado a que me cambien por una versión mejorada de mi, que a lo mejor instintivamente yo me alejo de las mujeres nuevas que conozco antes de que ellas me saquen de un patín de sus vidas. Paradójicamente hay un chorro de mujeres solteras a las que les atraen los hombres que portan con orgullo su anillo de matrimonio mientras las flirtean, según ellas, un hombre al que al menos alguien soporta no puede ser tan malo. Yo no tengo uno de esos, asi que supongo que ninguna mujer podría soportarme.
Lo atemorizante de mi situación es la incertidumbre ante el futuro. No se que vaya a ser de mi cuando sea viejito, ni siquiera sé que va a pasar dentro de diez años cuando tal vez me sea más difícil conseguir un empleo, en ocasiones me pregunto ¿Cómo le hacen las personas que tienen hijos para sobrellevar -ya no digamos sustentar- la expectativa de un futuro cada vez mas adverso.
A lo mejor todo en este mundo es Karma. Chance y el orden natural de las cosas obedece a una causalidad y a mi me tocó ser solitario porque tal vez un día me voy a ahogar en medio del Atlántico sin que nadie se entere como le ocurrió a Frederick Catherwood. ¿Quien puede saberlo? Eso es lo irónico del futuro, es atemorizante y esperanzador al mismo tiempo.
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Pero yo te quiero mucho ¡Deveras!