Hace un poco más de 2 años, cuando me decidí a hacer mi primer viaje en solitario al caribe mexicano, me hospedé en un hotel de eco turismo en Tulum plagado de viajeros ingleses.
Desde que me bajé del taxi que me llevó al Hotel Posada del Sol, me dió la impresión de que llegaba a otro país y no a una playa de México pues el 80% de las conversaciones que tuve ahí fueron en inglés británico, al que por cierto, no le entendía ni madres debido al peculiar acento de mis vecinos de habitación.
Y no es que tenga problemas con el idioma. Vamos, tampoco estoy diciendo que lo domino a la perfección, pero los días previos a mi llegada a Tulum me enfiesté con algunos gringos desmadrosos en los bares de Cancún con quienes socializé sin mayor problema. De manera que mis complicaciones para hacerme entender comenzaron cuando intenté socializar con los tipos con quienes compartí un tour de snorkel en los arrecifes de coral.
No se si hablaban demásiado rápido o con mucho slang, pero el caso es que no les entendía nada de lo que me decían, y mis repetidos "what?" y "what's that?" me pusieron rapidamente en evidencia hasta el punto de sonrojarme.
Aquel viaje menguó considerablemente mi seguridad con los brits, por lo que un año más tarde, cuando mi editor de Círculo Mix Up me ofreció realizar una entrevista telefónica con los miembros del grupo británico Hard-Fi, me hice olímpicamente guey para evitar la pena de dejar en ridículo a la revista con los de la disquera.
Todo ese rollo viene a colación porque hace un par de semanas nuevamente me ofrecieron hacer un phoner con una banda inglesa. Esta vez se trató del grupo inglés White Lies, un conjunto londinense bastante bueno y cuyos integrantes son en su mayoría son muy muy jovenes, por lo que la barrera del lenguaje se me presentó nuevamente a manera de reto.
Después de meditarlo brevemente, decidí recurrir a la filosofía del "chingue su madre" para aceptar la entrevista. Cuando me llamaron de la disquera para hacer el enlace telefónico, la primera voz que salió del auricular fue la de una mujer inglesa que con un tono sumamente británico me indicó: "Hello, this is Pedrou? Hi, I'm calling from Universal England due to the interview with Charles from White Lies.. are you ready? Ok, let's do this, we have 15 minutes for you, ¿ok? Dont hang up, please."
Debo decir que después de esa introducción, que fue la parte más difícil de entender en toda la sesión con el bajista de la banda, la charla comenzó a fluir de manera amena gracias a las preguntas que había preparado y que me sirvieron como pauta para darle color a la plática y perderle el miedo al acento brit.
La verdad es que después de esta charla terminé por convencerme de que las limitantes están en la cabeza de uno, pues los seres humanos somos iguales en esencia y nos reimos de los mismos chistes tontos y reaccionamos de forma similar a algunos cuestionamientos. sin importar la nacionalidad.
Después de ese día perdí el miedo a los brits y en su lugar gané una insoportable arrogancia que me hace decir: "Haced pasar a los Gallager, que en un momento los atiendo."
u.u
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Tienes todos los dedos llenos de razón. La mejor manera de perderle el miedo a la barrera del lenguaje es aplicar el "chingue su madre". Hace dos años viví en Buenos Aires, Argentina, ciudad plagada de extranjeros y dejame decirte que jamás había practicado tanto mi inglés como en aquella ocasión. Es más, con el mismo cierto aire de arrogancia que tu, puedo jactarme de presumir que "i scored" en varias ocasiones. Eso si, no me pongas a un Australiano poruqe neta, a esos si no se les entiende un carajo.