Jersey Azul
Su equipo favorito eran los Osos de Chicago. En días como hoy su inseparable Jersey azul marino con el número de Walter Payton saldría una vez más del clóset y pasaría el día completo expresando su orgullo al mundo.
No es casual que eligiera ese número. Además de ser su equipo favorito, "El Cepillo", (también conocido como Victor Rodriguez Boausset ) usaba ese mismo número en su jersey de Running Back titular de los vietnamitas A.C.
Jóven, orgulloso y seguro de si mismo, "El Cepillo" fue en muchos sentidos uno de los personajes mas respetados en el CCH. Su destreza y velocidad acarreando balones a la zona de anotación solo era comparada por su verbo y su facilidad para ligar a las chavas mas guapas.
En los juegos de su equipo, drivlaba las tacleadas que se avalanzaban sobre él, quitandose rivales con una finta y cortando hacia campo abierto en donde por su velocidad era prácticamente inalcanzable.
Es curioso pero su vida personal siempre fue una extensión de ese mismo campo de futbol americano, siempre drivlando problemas personales a cambio de afrontar la responsabilidad de sustentar a su madre y su hermano parapléjico, moviendo las piernas a contracorriente y aún así teniendo tiempo para aconsejar a sus amigos y vivir intensamente su vida de jóven de 17 años.
"El Cepillo" siempre fue una alegoría de lo que a mi me hubiera gustado ser en otras circunstancias: admiraba su seguridad y la intensidad con que disfrutaba todo lo que hacía, pero nunca me convenció su peinado a la brush ni sus excesos a la hora de salir de parranda.
Tal vez nuestras distintas formas de vivir la vida fue una de las razones que me impidieron corresponder por completo a la amistad que el generosamente me brindó. No obstante tengo muchas cosas que agradecerle, y guardo de él un montón de anécdotas y recuerdos entrañables, como su inseparable Jersey azul marino de los Osos de Chicago.
Si mi amigo Victor viviera, hoy seguramente sería un tipo felíz, muy felíz.
Justo como yo lo recuerdo.
Un interiorismo mas, publicado en Blogstars
Labels: Interiorismos
Es curioso, llegué a este blog por serendipia, sin imaginar que en él habría recuerdos tan agradables sobre a quien considero también un gran amigo donde quiera que este... coincido con lo arriba mencionado, Vìctor era un gran jugador, a pesar de no ser tan corpulento, su espiritú siempre fue enjundioso y efectivamente, no solo abarcó el emparrillado que afortunadamente pude compartir con él, siempre daba el máximo en cualquier actividad que iniciaba, ese sigue siendo un gran ejemplo para mí aún en los momentos más difíciles...
Gracias Cepi.