Radiateur: Catalizador de emociones.
Por: Pedro Escobar
Por: Pedro Escobar
Walter Patter, uno de los primeros críticos músicales del siglo XIX aportó una de las definiciones mas interesantes acerca de la música y sus efectos narcóticos en el escucha: "Todo arte aspira constantemente a la condición de música".
En el universo de Patter, la música se define como la forma de comunicación mas pura entre público y artista; por lo que colocar palabras sobre los sonidos muchas veces contribuye a contaminar una sensación orgánicamente hermosa.
Para Radiateur, trio francés de rock instrumental, prescindir de las palabras es condición obligada para recorrer los paisajes sonoros que conforman su ecléctico rock instrumental.
Formados en el 2002 en Dunkerque, Francia, el proyecto de Fred Bélenger (Guitarra y teclados), Alex Czapski (percusiones) y Julie Fossaert (bajo) encuentra en la concentración de talentos la sinérgia necesaria para crear un concepto propio.
Surgido de proyectos alternos como Milgriam y Secret Perovans, el primer material de Radiateur sale este 2006 a la conquista de la escena independiente editado bajo el sello mexicano Wio Wio, por lo que seguramente en fechas próximas el público mexicano tendrá la oportunidad de ver su live act en nuestro pais.
No es casual que el nombre de la banda (Radiador en francés) haga referencia a un artefacto destinado a transmitir temperatura a un medio circundante. Para este trio francés los sonidos operan de la misma manera, catalizando una gran variedad de sensaciones a través de movimientos musicales.
Con claras coincidencias con el sonido intrumental de bandas como Tristeza o Mogwai, Radiateur construye su sonido a partir de efectivas bases rítmicas de bajo y piano que evolucionan progresivamente hacía armonías intrincadas que coquetean con la improvisación del sonido psicodélico de finales de los 60.
En sus momentos más sublimes, la música de Radiateur parece adquirir ciertos tintes de academia, evocando la belleza melódica de bandas como Le Orme o Minimum Vital, pero sin llegar seriamente a alcanzar la genialidad del rock progresivo francés.
Mas allá de sus limitaciones y alcances musicales, lo verdaderamente seductor en su sonido es la espontaneidad de sus canciones y el esfuerzo por evadir fórmulas establecidas experimentando con secuencias rítmicas poco predecibles.
Pero aunque la riqueza temática en sus composiciones es innegable, hay que tener cierta disposición para adentrarse en la profundidad de un sonido atemporal que navega entre lo ecléctico y lo delirante.
El viaje personal que Radiateur pone a disposición del escucha ofrece itinerarios llenos de paisajes sonoros propicias para escapar del tedio, ser otro en otras circunstancias y bailar, soñar y amar mientras la banda sonora de Radiateur armoniza el momento.
Labels: Introspecciones Musicales
SI TU LO RECOMIENDAS, PUES HABRÀ QUE HACERTE CASO... COMO VA EL ENTRENAMIENTO?????? CUANDO ES LA CARRERA?
BESOS