Este fin de semana, mientras mis nuevos amigos moteros encendieron sus máquinas y tomaron carretera desde sus respectivas ciudades hacia un destino común en el estado de Querétaro, yo decidí no tentar a la suerte y quedarme en casa para reponerme de los remanentes de un molesto resfriado que ha durado mas de la cuenta.
La verdad es que esta vez la prudencia pudo mas que las ganas que tenía de encontrarme con ellos y rodar en carretera, pues además de mi nula experiencia en carreteras de alta velocidad y con superficie mojada, aún no cuento con el equipo completo para este tipo de viajes (guantes, herramienta, chamarra, botas de seguridad etcétera).
Decidí no ir, pero no por eso me quedé con ganas de salir y rodar. De modo que el sábado salí muy temprano rumbo al DF para visitar a mi novia y enfrentarme por primera vez al temible tráfico de la México - Querétaro en horas pico. Rodé desde Izcalli hasta el antiguo barrio de Azcapotzalco con relativa tranquilidad, salvo por el desastroso tramo de la Avenida Ceylán en donde la lluvia y el paso de los trailers han dejado el pavimento cual trincheras de la segunda guerra mundial.
Ese día aprovechamos para visitar una agencia Yamaha y comprar un casco para pasear juntos. Ella eligió un colorido casco cerrado KBC mucho más bonito que el mio, y que en honor a la verdad me provocó un poco de envidia y me hizo considerar comprarme uno parecido en cuanto pueda.
Ya con las precauciones de seguridad pertinentes, rodamos rumbo al centro comercial Plaza Satelite ,en donde la inusual cortesía del vigilante nos sorprendió al indicarnos que pasaramos cuando nos disponíamos a tomar nuestro boleto... solo pudimos responder: "bueeeeeno, pues gracias!
Comimos un helado y curioseamos por ahí antes de regresar a Azcapo. Una vez en casa me despedí de Lau y emprendí el regreso a izcalli con buen clima y tráfico despejado, lo que me permitió rodar por los carriles centrales con relativa seguridad y a velocidad crucero de 80 km/h. Por la noche, un mensaje de texto de Almighty me hizo añorar la rodada con mis cuates, por lo que decidí marcarle a la banda concentrada en Querétaro y mandar saludos al BonnieRacer, al buen Aaron, al Motoso y a los camaradas de Alex Almighty que, como el mismo dijo: ofrecerán cuatro punto de vista diferentes de la rodada desde sus respectivos blogs.
Al otro día me sentí un poco más aliviado de mi gripa y decidí salir a rodar a los alrededores de Izcalli. Recordé que a escasos 4 kilómetros de este municipio se encuentra el Lago de Guadalupe, uno de los vasos regulares que en otros tiempos fue uno de los más importantes del Valle de México y que incluso llegó a albergar competencias náuticas. Decidí ir a comprobar el estado del lago, que por estos meses de lluvias aumenta su caudal y alimenta los poco espacios naturales que las inmobiliarias depredadoras han dejado en la zona.
Una vez ahí comprobé que la depredación del hombre no es más grande que la fuerza de la naturaleza, que se aferra a vivir en los resquicios de espacio que éste le deja a su paso. Acorralado por construcciones urbanas que han contaminado sus aguas virtiendo sus desechos en sus cuencas, sobrevive lo que queda del majestuoso Lago. Es un alivio ver que en sus orillas, aún es posible ver patos, aves endémicas y hierba verde que contrasta con las hermosas flores de color magenta que algún día fueron características de mi municipio.
En el lugar, que se ha convertido en una de las pocas áreas verdes que los niños de la zona pueden visitar se ofrecen antojitos, juegos inflables y paseos en caballo. Aunque no hay mucho que ver, siempre reconforta contar con un poco de naturaleza en medio de tanto pavimento y concreto. Aunque no siempre fue así, recuerdo que las primeras veces que visite el Lago, el viaje hasta la zona representaba una excursión similar a visitar las Lagunas de Zempoala.
Para llegar había que tomar una desviación un tanto larga desde la carretera México - Querétaro hasta el Lago de Guadalupe, en donde salvo algunas construcciónes de familias pudientes, no había nada excepto el mítico parque de diversiones Plaza Show: una especie de "Reino Aventura" de los años ochenta en donde había dinosaurios de tamaño real, juegos mécanicos y teatros con shows de payasos muy al estilo de lo que ahora es Six Flags, solo que en obra negra, pues nunca llegó a concretarse por lo alejado que resultaba del DF. Ante la falta de visitantes, el parque terminó por ceder sus terrenos a lo que hoy es un insípido campus de la UVM.
Regresé del Lago cuando la luz del día comenzaba a extinguirse y los primeros indicios de lo que sería un tormentón marca diablo comenzaban a asomarse en el cielo. Por suerte, cuando comenzó a llover ya estaba en casa, de modo que la Black Beauty y un servidor nos salvamos de la tremenda granizada que cayó en el valle de México ayer por la tarde.
Aunque el fin de semana no rodamos muy lejos, la práctica acumulada es cada vez más grande, lo que nos permite aspirar a rodar con la banda en un futuro que cada vez se ve más próximo.
que chingon Doc, mi vieja cada rato me exige un casco el kbc es la mejor opcion pero quiere uno rosita :s
saludos, excelente post